Mi secreto: Conocí a mi amor platónico

“…La triste verdad de la vida es que no se puede acostar con todas las personas que se te antojan, así las cosas, podría decirse que es casi imposible conquistar a tus amores platónicos”.

De vez en cuando, sin embargo, el universo te hace un favor y te permite ligar con la persona de la que has estado enamorado en secreto durante meses, años, o tal vez tu vida entera. Pero, ¿qué se siente cuando finalmente estás con alguien con quien has fantaseado conocerla, tratarla y en definitiva tener sexo durante tanto tiempo? ¿Es la mejor sensación del mundo o la peor decepción?,

Bien dice aquella canción “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida” y esta es una historia de la vida real.

Dicen por ahí *“...que los amores platónicos no duran más allá de un año, por causa que en el cerebro se genera una interacción fuerte que nos hace perder la cabeza”, pero ésta historia no es así.

Todos alguna vez hemos tenido “un amor platónico o hasta cierto punto imposible”, alguien que hemos idealizado y admiramos, una persona inalcanzable que llamamos con mucho cariño “crush”, esta palabra resume a un “amor imposible o platónico”, ése mismo que apareció a temprana edad y que nos motiva a escribir esta historia, normalmente se relaciona con la ilusión más que con la necesidad de estar con la persona, por lo que el sentir que un “crush” es algo normal.

Cómo se conocieron?

Eran tiempos de infancia, los 2 asistían a una iglesia…ella lo miraba, pero no estaba en su grupo por la edad, nunca le dirigió palabra alguna,  ella así lo recuerda, estuvo dentro de su entorno, lo tuvo cerca, pero por diversas razones nunca llegó a tener contacto con él, pero a pesar de eso, nunca dejó de pensarlo.

¿Qué pasó en esa cabeza??

Veamos esta historia:

Para ella, el tiempo pasó y pasó y cuando se dio cuenta habían transcurrido más de 40 años, para ella siempre fue su amor platónico, con vistas esporádicas cuando se encontraba en las reuniones de la iglesia, pero hasta ahí, él vivía su vida y ella la suya, él en su mundo y ella en el suyo, nunca coincidieron, ni se hablaron, pero su mirada, su ilusión estaba puesta...era su mejor secreto, bien guardado, en su mente estaba la palabra “jamás lo veré”, le dolía en su corazón

El tiempo pasó y pasó, ya esa niña se convirtió en mujer, encontró un compañero, tuvo 2 hijas….y aún, en ésas noches de lluvia, de soledad, al mirar a la ventana…se preguntaba “qué habrá sido de él”, en su mente eso  daba vueltas, los dos estábamos en relaciones serias.

“Mientras me pierdo en mis fantasías en las que tú eres el protagonista me despierta de manera brusca la realidad y me dice de manera burlona que esas fantasías jamás se cumplirán. Lo triste es saber que es cierto, que para ti jamás existiré”, pensaba ella.

A su vida llegaron noticias y acontecimientos que pasaron en la vida de él….pero hasta ahí, el obstinado deseo de mantenerse a la sombra (mantener la imagen) le obligaba a actuar así, indiferente a su realidad.

Sin lugar a dudas todo un enjambre de pensamientos, de fantasías, pasión y felicidad daban vueltas en su cabeza, este sentimiento de amor idealizado, que corría el riesgo de no ser correspondido, ahí estaba el deseo de algún encuentro, pero hasta ahí, ella bebía permanecer en el anonimato, por las circunstancias, para sobrevivir la vida que llevaba con su pareja.

El tiempo no perdona, corre y corre, hasta que se detiene

-      Las casualidades de la vida entran en acción.

Mucha agua pasó debajo de éste puente…fueron muchos los años de paciente espera, rompiendo todo paradigma; algunos estudiosos en cuestiones del corazón indican que un amor platónico suele durar a lo mucho un año, pero esta “perdida de cabeza” duró más que eso, muchos sentimientos llegaban a su corazón y se decía una y mil veces: “…es triste quererte tanto, tú nunca lo sabrás, ni siquiera que existo en tu mundo y por más que me esfuerce jamás lo notarás, qué no daría por estar un solo momento contigo, porque vieras en mis ojos lo grande de éste sentimiento que guardo para ti”.

Se comienzan a dar “casualidades sin querer queriendo”, leves contactos con familiares por las redes y producto de eso, contacto con esa persona al cual se le ha prodigado tanta admiración, pero hasta ahí, eran otros intereses, ella quería pasar desapercibida.

Hasta que por las “casualidades causadas”, esa persona añorada le llama para pedir información técnica de “…como utilizar las redes sociales más efectivamente” y ni lerda ni perezosa, ella da la información.  Tanta fue esa casualidad, que la madre de ese amor platónico vive cerca de ella.

Sabiendo que él visitaría un sábado por la tarde a su madre, le dice “cuando venga a visitarla, le invito que pase por mi casa para saludarle” a lo cual él accedió. (solo lo había visto por fotos de las redes sociales y no había vuelto a tener contacto desde aquellos tiempos en que lo miraba en la iglesia).

El día llegó, los minutos se hicieron eternos, el revoloteo de las mariposas hizo estragos en su estómago de la emoción guardada de tantos años, por fin lo iba a tener cara a cara, ese cosquilleo en el vientre llegó con intensidad, que paradoja, (dicho o hecho que parece contrario a la lógica) éste es el mismo sentimiento cuando nos da miedo y queremos huir, pero en esta ocasión no se aplicó ninguna de las dos, nada de miedo y nada de querer huir y es que, en esos momentos de querer huir, surge la adrenalina y envía más sangre a los músculos, brazos y piernas para correr y le quita sangre a otros órganos como el intestino y el estómago, así es como baja el nivel de flujo sanguíneo, el estómago detecta y envía señales al cerebro y en este caso, sucede el mismo proceso con la adrenalina y es lo que se entiende como “mariposas en el estómago”.

Ese día llovió incesantemente, desde el balcón de la ventana se asomaba con insistencia para saber si había llegado y por fin, llega…se parque frente a su casa, él la esperaba en el carro, baja nerviosa, con las piernas que parecían “gelatina” pues no le respondían, pero tenía que llegar donde él estaba, eran 40 años de espera que llegaban a su final.

(Eran dos auténticos desconocidos, la incertidumbre y zozobra invadía el ambiente).

Él le abre la puerta del carro, entra se sienta a la par y siente sus ojos que le queman al observarla, al verlo, se produjo lo que se imaginó “una descarga de electricidad” deseaba agarrarlo, abrazarlo, besarlo y decirle tantas cosas…pero había que tener la compostura.   Vino el saludo de cortesía…se presentaron y comenzaron a platicar, él no le quitaba los ojos, sentía una extraña atracción, como queriendo tomarle un examen total de su vida, como queriendo decirle más., la explosión fue total.

Ella lo confiesa, “..al instante sentí que había electricidad, el me miraba directamente a los ojos, los cuales penetraban hasta lo más íntimo de mi ser….yo quería decirle….yo te he esperado 40 años…tu eres ese amor platónico que guarde en mi corazón…abrásame, bésame muy fuerte, no quiero despertar de éste sueño”, las palpitaciones en su corazón se aceleraron, sentía que se le quería salir, la ansiedad subió al máximo, ese tiempo corrió demasiado rápido, platicamos y platicamos… entre platica y platica, él sin “querer queriendo”, posaba su dedos sobre su pierna….lo cual le causaba una electricidad total y se decía “qué me pasa…que no lo haga más, pero el insistía y la volvía a tocar) y al final él le dice “para ver sus manos, quiero compararlas con las mías”…él tomó la mano y las comparó….fue un susto terrible que ella vivió, al ver su mano pequeña a la par de la de él, que era grande, su imaginación voló (solo me quedaba imaginar cómo se sentiría el roce de sus manos en todo mi cuerpo y el calor de sus besos. Tendría que seguir soñando que algún día, talvez, podría tenerlos).

        

Si supieras que me excito con tan solo una mirada de tus ojos
Porque tienes el poder de hacer que todo en un momento vibre en mi
Si supieras que hace tiempo te deseo

En esos momentos, yo deseaba decirle  “cállate, déjame hablar que tengo mucho que decirte”, contarle mi historia: “…que él era ese sueño loco que por muchos años me acompañó y atormentó”, pero fiel a su promesa se mantuvo callada.

“..Lo sabía, lo sabía, el universo me hizo un favor y me permitió volver a ver a esa persona, yo con diez años y el con 19, cada quien, en su mundo, toda una vida después, más de 40 años”, fueron sus pensamientos.

Tener a esa persona con la cual he fantaseado tantos años, querer tenerlo frente a mí y demostrarle todo lo que una mujer puede dar, wow, es la mejor sensación del mundo.

La historia continúa…

Los días pasaron y tuvieron comunicación, llamadas telefónicas, chats, un leve suspiro de aliento llegó a su atribulado corazón, él le dijo en uno de esos mensajes, “…si te vuelvo a ver te pediré un beso”…ella le dijo, “…quién dijo miedo? yo no te daré solo uno….cuenta los demás”.

Llega el próximo encuentro, el definitivo.

La semillita se sembró, días después coincidieron y pactaron un nuevo encuentro, al cual él accedió, llegó a la hora acordada a su oficina, él le abrió la puerta del carro, ella entró, se colocó en el asiento a la par del conductor….se vieron frente a frente…los 2 suspiraron, ese momento fue eterno, se vieron, sonrieron y sin mediar palabra alguna un beso apasionado se dieron, beso que para ella pesaba el esperar más de 40 años…ese abrazo que se dieron llegó hasta el alma, fue tanto el desenfreno en tan poco tiempo

“…Si supieras cuantas ganas tengo de viajar el mapa de tu cuerpo
Para amarte bien despacio y poder calmar la sed que llevo en mi
Si supieras que hace tiempo te deseo
Y que sueño de quemarme con tu fuego
Viviendo de tu aliento”.

Parafraseando un poco el amor platónico

Y es que esta clase de amor: “consiste en desear algo que no se posee, pero que tiene que ser algo extremadamente bello y bueno”.

Pero, ¿qué es lo bello y lo bueno?: Es como una escalera, en el camino de amar, primero, se identifica la belleza física, eso que parece estéticamente agradable; de repente surgen cuerpos bellos y no es suficiente, entonces se sube el escalón y se encuentra la belleza del alma, que hace pensar en qué virtudes hay en esa persona y en qué de “bueno” tiene, esa es la finalidad de todo amante y en esto consiste realmente el amor, en que la persona que ama no va a amar la belleza simple, se va a concentrar en buscar lo bello de quien ama, pero, el amor platónico, por el contrario, se queda en ese escalón de lo físicamente bello, idealiza y cree que es inalcanzable encontrar el amor, porque nunca se atreve a conocerlo del verdad.

Por muchos años, ese “amor platónico” estuvo como la idealización de un amor a distancia, basado en fantasía e idealización.

Pero en este caso estaba a punto de romperse el esquema de esa clase de amor, pues “se considera como aquel que no se concreta, algo ideal. Se siente por alguien que admiras, que te encanta, es algo a lo que aspiras, pero que es muy poco probable que se vuelva carnal”.

Una amor platónico puede implicar una conexión increíblemente intensa y tener un impacto en la vida de ambos. 

Volviendo a la historia

Mensajes iban, mensajes venían, llamadas telefónicas y por fin se llega a ese momento esperado por ella, que trataba de disimular, pero ya a estas alturas era difícil.

Se dieron las cosas, hubo acercamiento, hubo interacción, hubo de todo, se llega al punto que este amor es como una luz, que se teme mirarla directamente por miedo a romper el hechizo de un amor imposible, nunca se ira directamente, pero todo lo envuelve en candor y belleza.

Valorando la química y aspectos como el que se haya coincidido en muchos temas, él le dice a ella: “…que por qué no tienen un encuentro para conocerse mucho mejor”,  esto le toma por “sorpresa”, pero una “sorpresa ansiada”.

A pesar de la ansiedad se tuvo que programar la cita con muchos días de anticipación, para coincidir con los horarios…casi un mes de distancia...largos días, eternas horas para ambos.

Se preguntarán ¿cómo? ¿cómo se dio el tan ansiado encuentro?: Si repasamos lo antes escrito: Encuentro de 2 personas, muchos años sin verse, prácticamente totalmente desconocidas, cada quien hizo su vida, se tomaron rumbos diferentes, con formas de ser distintas….y muchas otras interrogantes se suman a éste encuentro.

40 años…wow, toda una vida…o ella se quedaba de brazos cruzados, reprimía sus frustrados sentimientos o tomaba la iniciativa y esto fue lo que sucedió.

El día llegó…

Después de tantos años, darse encuentros inesperados, él desconociendo todo el sentimiento amarrado por ella, inocentemente comenzó a propiciar un acercamiento: Conversación y conversaciones se fueron dando, acercamientos.  Ella no pensó en los resultados, ni siquiera en el posible rechazo, sino que lo afrontó y puso manos a la obra

Era la tercera vez que se miraban,  él  la esperó en su automóvil, ella venía con un vestido ajustado, que hacía relucir sus bien torneadas piernas, entra al carro…y sin más, entran en un beso apasionado y de una vez posa sus manos por sus piernas y llega a su vagina la cual estaba muy mojada de la emoción, totalmente excitada.

El libro El Secreto, pareciera que le sirvió de plataforma: “…Si tienes un deseo de verdad en el que crees al cien por cien, en algún momento, el universo conspirará para que tu deseo se cupla, por lo tanto conviene ir más allá de la racionalidad para creer en algunas intuiciones”.

Para ella fueron 40 años de sentimientos bien guardados, no buscando obsesionarse, pero esa vivencia fue con mucha intensidad y convirtió a ese alguien en un referente en su vida. 

Problemas tuvo que afrontar en su relación formal, incompatibilidad de caracteres, le llevaron a aflorar el deseo de verle, de hablarle, fueron muchos obstáculos, distancias, no se pudieron salvar de la noche a la mañana, simplemente, tuvo que seguir en el camino y tener paciencia.  Actuar con naturalidad fue su tónica, seguir con la vida, no paralizar el mundo por “un ideal” y tener presente que las cosas pasan cuando tienen que pasar, seguir con su vida.

El soñar, el pensar, el desear ese amor platónico, le llevó a la sensación de soñar con algo, tener la capacidad de luchar por acercarse más a alguien, que por definición es inaccesible y está definitivamente alejado, por una meta y por una historia que en algún momento pudo hacerse realidad y se hizo.

 

Al llegar a la habitación y como queriendo romper el hielo, él la abraza fuertemente y ella siente un descargo emocional por esa acción, poco a poco le va quitando el vestido, el brassier, ella al verse desnuda se le queda mirando y le dice con un tono totalmente sexual: “te he deseado toda mi vida” El le dice "mi bella, te voy a hacer el amor" Nos servimos una copa de vino, cerca estaba el jacuzzi, el agua a una temperatura idónea.

Ella le quita la camisa, poco a poco le desabrocha el pantalón, se lo baja y queda en boxer, a lo cual ella admira el paquete que tenía a lo que posa su mano y se lo baja, hasta tenerlo al aire y en vivo y sin pensarlo más se prende desesperadamente poseerlo con su boca.

El esperó su turno, la abraza, le pone sus manos en sus pompis y le da vuelta, le toma sus pechos y llega a su vagina…totalmente mojada de la emoción.

Tanta emoción reprimida, nos fuimos a la cama, la acosté boca abajo y comencé a masajear su espalda con delicadeza, ella no decía nada, pero su agitada respiración era lo más bonito que se podía escuchar. Nos fuimos a duchar, nos besamos apasionadamente, no queríamos perdernos ni un momento de pasión, ella no quería echar a perder el momento, todos estos años acumulados, de preámbulo para este momento explosivo.

Ella le dice “quiero que me hagas tuya, lo he deseado desde hace 40 años”, él la toma, la pone en la cama, la abre de par en par y comienza a darle besos, meterle la lengua en su vagina, la mama con ímpetu…hasta sentirla totalmente mojada, luego se posicionan los dos y comienzan a columpiarse en intensos momentos acumulados, los dos quedan satisfechos con varios deliciosos orgasmos, fue un encuentro explosivo.

Ese memorable encuentro fue de todo un día, pasamos besándonos y cogiéndonos, fue como perder mi virginidad de nuevo, fue como volver a descubrir mi identidad sexual a los 20 años.

Cuando extasiados descansamos, el le dice "...cada vez que pueda, cada vez que te tenga, te haré el amor de muchas maneras..hay muchas formas de hacerlo y es que para hacer el amor no es necesario el encuentro físico, se puede hacer de muchas maneras: con una duce caricia, una mirada, con una sonrisa cómplice, con un abrazo fuerte y sin decir nada, con un pecho amigo donde esconder las lagrimas. Aunque en ese momento no había una flor para darsela, ella me dijo "...eres capaz de traerme la primavera a mi corazón" Éste fue el primero de muchos encuentros que se han dado, todos impregnados con alta dosis de excitación, deseos y desenfreno sexual.


El...su amor platónico
Ella...con toda la paciencia del mundo.


Puedo decir:

he disfrutado a mi amor platónico, valió la pena.

 

Ahora reflexiono y digo

Volver mi vista atrás…creo que me lleva a tomar decisiones, fueron 40 años de zozobra, de especular, de no saber nada de él, de no tener contacto, de no volverlo a ver, por lo que me digo:

ü  Ahora quiero que le duela la tripa como me dolió a mi cuando te pensé, cuando pienso en aquella primera vez que te vi, cuando pienso en todas las que, casi por casualidad, me encontré contigo y de nada me sirvió.

ü  Quiero que recuerdes aquel día en que nuestras miradas se encontraron por primera vez, quiero que recuerdes aquel momento intenso que me tocó vivir cuando te tuve frente a mí.

ü  Quiero que recuerdes cómo me mirabas o las primeras palabras que compartimos, quiero que las grabes a fuego en tu memoria y que cada vez que recuerdes esos instantes, una sonrisa total se apodere de tu cara.

ü  Quiero que recuerdes el momento en el que me pediste mi número de teléfono y que recuerdes aquel primer mensaje que nos encendió el corazón.

ü  Quiero que recuerdes esas noches, en las que nos pasábamos horas escribiéndonos, hasta que la fuerza de nuestros ojos por cerrarse se resistía a nuestras ganas, esas noches en las que te quedabas dormido con la pantalla del teléfono encendida, que se apagaba al mismo tiempo que nosotros sin querer nos quedábamos dormidos.

ü  Quiero que recuerdes cuando me preguntaste si estaba disponible aquel jueves, desde buena mañana, en el que sería nuestra primer cita.

ü  Quiero que recuerdes la primera vez, los nervios de la primera vez, la falta de palabras y las ganas de hablar sin parar, quiero que recuerdes las ganas de los besos y la vergüenza que te impedía darlos.

ü  Quiero que recuerdes la primera vez que hicimos el amor, en la que me acariciaste como si mi piel fuese a desaparecer bajo tus dedos.

ü  Quiero que recuerdes cada uno de los besos con los que me recorriste el cuerpo y me erizaste el alma.

ü  Quiero que recuerdes si alguna vez me echaste de menos y si alguna vez te preguntaste si la que te echaba de menos era yo.

ü  Quiero que cuando suene tu celular corras a mirarlo, esperando que quien te haya escrito sea yo.

ü  Quiero que mires, de vez en cuando, mi última conexión y que cada vez que me veas en línea, desees con todas tus fuerzas verlo convertido en un escribiendo… que te acelere el corazón.

ü  Quiero que, si no lo hago, lo hagas tú, que me escribas y quieras sacarme una sonrisa, que quieras volver a ser tú quien me haga sonreír.

ü  Quiero que te inventes cualquier excusa para saber de mí.

ü  Quiero que se te ocurra cualquier tontería que a mí me alegre el día, quiero que lo hagas cada día.

ü  Quiero que entiendas que sigo pensando en ti cada vez que me voy a dormir y que, si sueño contigo cada noche, no es por pura casualidad.

ü  Quiero que te mueras por llamarme y decirme que me vuelves a necesitar, que me echas de menos y que tarde o temprano necesitarás gritar que quieres volver a dormir abrazado a mi piel, a mi respiración, a mi aliento y al aroma de mi piel.

ü  Quiero que te pasen todas y cada una de estas cosas, porque son las que me pasan a mí,


Y aunque no lo crean, mi amor secreto, que ha dejado de serlo, estamos felices y contentos planeando unir nuestras vidas....programada para el 25 mayo 2024.


Fue un día cmo cualquiera

nunca olvidaré la fecha

coincidimos sin pensar en tiempo y lugar

algo mágico pasó,

tu sonrisa me atrapó.

sin permiso me robaste el corazón

y así sin decirnos nada

con un a simple mirada

comenzamos nuestro amor

....porque, tú me cambiaste la vida.

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les contaré como se dió el poder casarme con mi amor platónico


Increíblemente, entiendan lo que la palabra "increíblemente" abarca:

  • extremadamente.
  • extraordinariamente.
  • terriblemente.
  • sorprendentemente.
  • tremendamente.
  • asombrosamente.
  • muchísimo, así es esta historia, increíblemente asombrosa.

Llegar a 40 años de conocernos, bueno, todo comenzó como un amor inocente, amores juveniles, eran otros tiempos, no había la tecnología que existe hoy y se fue el gran pecado...nos cambiamos de casa...y los teléfonos que existían eran fijos, caseros.

El influenciado por la corriente de Elvis Presley / Sandro, los artistas de boga en esos tiempos, de largas patillas y pecho al descubierto luciendo su pecho lleno de vida.  El se paseaba por los pasillos de la iglesia a la cual asistíamos, siempre amable, sonriente y un olor delicioso a puro Old Spice.

El entrando a una edad juvenil y yo apenas saliendo de la adolescencia, no tenía ni un cinco de esperanzas, él se relacionaba con su mundo y yo con el mio, jamás, jamás -creía yo- se iba a fijar en mi, pero no por eso lo iba a dejar de mirar, me apasionaba verle sus pompis.

De los puntuales en asistencia para estar en la iglesia era yo, con el afán de verle y el saludo que nos intercambiábamos era suficiente.

Con el tiempo cruzamos más palabras, hubieron encuentros con algunos besos, coincidíamos en ciertos aspectos, en ciertos eventos, pero hasta ahí llegó., demasiado jóvenes,  cuestiones de traslado de residencia y sumado a que lo existía en ese entonces era el teléfono público nos hizo perder la sintonía.

Aún con todo esto para ella era un reto, pues no se atrevía a pasar a más, ha sabiendas que él le fascinaba, pero no se atrevió a demostrar lo que sentía.: Le fascinaba tanto.

El tiempo, la inexperiencia en estos temas...nos arrebataron el amor de nuestras vidas.

Un conductor borracho me arrebató al amor de mi vida

Después de que se gradúo no lo volví a ver, pero él seguía siendo mi modelo de hombre, mi referencia. Siempre le pedía a Dios que, como él no iba a ser para mí, que al menos que mi futuro novio o esposo se le pareciera al menos un poco.
El 28 de diciembre de 2013 (día de los inocentes) salí de mi trabajo y me fui caminando por la calle 72. Para quienes no son barranquilleros, esta es una de las avenidas más transitadas y conocidas de la ciudad. Entonces, un hombre en una camioneta totalmente polarizada, empezó a pitar sin parar. El semáforo estaba en rojo y yo no entendía qué pasaba.
En esta ciudad es típico que los carros les piten a las mujeres, pero parecía que algo más pasaba. El claxon de ese carro no dejaba de sonar, pero no me atreví a voltear hasta que escuché mi nombre. Entonces me giré y, como si hubiese una cita del destino, ahí estaba mi negro.
El corazón me latía fuerte. Habían pasado cuatro años sin verlo y estaba sintiendo lo mismo que sentía en la universidad. No quise desaprovechar la oportunidad y le hice caso a mi corazón. Fui a saludarlo y él me dijo unas palabras que nunca olvidaré: “sin duda alguna verte es mi mejor regalo de cumpleaños”.
Como era día de los inocentes, supuse que era una broma y simplemente seguí su juego y le desee feliz cumpleaños entre risas y de manera muy superficial.
No sé si fue casualidad de la vida o deseo cumplido de Dios, pero mi amor platónico estaba frente a mí, me había lanzado un piropo y yo estaba volando literalmente. Intercambiamos números telefónicos y quedamos en vernos nuevamente.
Él me llamó cuando habían pasado unas dos horas desde ese encuentro. Era casi las 9:00 de la noche y me invitó a su fiesta de cumpleaños en una discoteca de la ciudad.
No tenía tiempo de alistarme y decidí decirle que no iba.